Responsables de IU de Castilla y León, Asturias y Cantabria proponen un cambio en la gestión de Picos de Europa
Responsables de Izquierda Unida (IU) de Asturias, Cantabria y Castilla y León han abogado este domingo desde Potes (Cantabria) por definir un Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de Picos de Europa, área protegida que discurre entre los tres territorios, que sea todo un “faro” que dé ejemplo de “cómo compatibilizar la vida y la protección de los espacios naturales”.
Así lo manifestaron durante una jornada de trabajo organizada por IU Cantabria en el Centro de Estudios Lebaniegos en Potes, en la que han analizado el Plan Rector de Uso y Gestión, instrumento normativo que rige sobre el espacio y que implica a las tres comunidades autónomas.
Así, Pilar González, corresponsable de la red de mundo rural de Izquierda Unida, apuntó que el plan, que “ya tenía que estar, es ”fundamental para que las poblaciones puedan tener una vida y desarrollar actividades tradicionales“, todo en un contexto de pérdida de biodiversidad y cambio climático.
El trabajo que han realizado las tres federaciones parte de la base de lograr que la población se implique tanto en el futuro del parque como en la conservación de sus valores, de modo que el Parque sea “un faro y un ejemplo de cómo compatibilizar la vida de las personas y la protección de los espacios naturales”.
El coordinador de Izquierda Unida en Cantabria, Israel Ruiz Salmón, apostó por conseguir un parque “realmente sostenible”, y no sólo en lo ambiental, social y económico, sino en el tiempo, haciendo hincapié en que el Plan Rector aborda un período de diez años, por lo que “tiene que estar constante en revisión para acondicionarse a las nuevas realidades”. En la misma línea, Ovidio Zapico, coordinador de Izquierda Unida en Asturias, reclamó una “mayor coordinación” entre las tres comunidades en torno a esa “joya medioambiental que compartimos” y que puede ser un “motor de desarrollo socioeconómico”.
Así, advirtió de la “preocupante desafección” que percibe entre la población que vive en ese territorio respecto al propio Parque y la figura de protección, y ha instado a lograr que el espacio esté “en comunión” con los habitantes, para lo que hacen falta de forma “inmediata” medidas como inversiones o pedagogía que haga que la población sienta “respaldo”.
Finalmente, desde Castilla y León, su coordinador Juan Gascón, inició también en la necesidad de “cambiar la visión” de que la figura ecológica es “lejana” al parque y su población, y ha reiterado la importancia de demostrar que “la habitabilidad y la actividad económica sean compatibles”, si bien admitió que es “complicado” por la parte de Castilla y León, ya que allí el Gobierno “niega el propio cambio climático, que es una evidencia científica” y “trabaja lejos de la concordia”.
